Más del 70% de los españoles considera útiles servicios como el ‘cashback’ o el ‘cash-in-shop’ para gestionar su dinero, según un estudio reciente de Nickel. Estas soluciones, esenciales en un contexto de cierre de cajeros y sucursales, destacan como herramientas clave para combatir la exclusión financiera, especialmente en zonas rurales y envejecidas, donde el acceso al efectivo sigue siendo un desafío.
En un contexto de creciente digitalización y cierre de oficinas bancarias, la exclusión financiera se mantiene como un desafío en España, especialmente en las áreas rurales y para las personas mayores. Según el informe La inclusión financiera en las áreas rurales de España ante el reto demográfico, publicado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE), más de 800.000 personas en el país aún carecen de acceso directo al efectivo, pese a que en el último año se ha logrado reducir esta cifra en un 38,4%.
Para hacer frente a este reto, modelos híbridos como el ‘cashback’, el ‘cash-in-shop’ y servicios innovadores como los Puntos Nickel están cobrando protagonismo. Estas soluciones permiten a los ciudadanos realizar operaciones financieras básicas, como ingresar o retirar efectivo, en comercios locales como estancos y establecimientos de loterías.
Desde su llegada a España en 2021, Nickel ha apostado por democratizar el acceso a servicios financieros. Su modelo permite a los usuarios abrir cuentas y gestionar efectivo desde más de 2.300 puntos repartidos por todo el país, principalmente en zonas donde las entidades bancarias han reducido su presencia.
En su IV Estudio ‘Percepción y hábitos de los españoles respecto al sector bancario’, Nickel destaca que el 73% de los encuestados considera útiles estos servicios para gestionar su dinero, especialmente en áreas rurales. “Iniciativas como el cash-in-shop o los Puntos Nickel son esenciales para garantizar que toda la población tenga acceso a servicios financieros básicos”, afirma la compañía en su informe.
Pese a los avances, el acceso al efectivo sigue siendo un problema significativo. Según el IEE, la distancia promedio a un cajero automático en áreas rurales supera los siete kilómetros, lo que dificulta enormemente las operaciones financieras básicas para los habitantes.
De acuerdo con el estudio de Nickel, el 52% de los españoles ha tenido problemas para ingresar o retirar efectivo en el último año, y la mitad de los encuestados señala que su sucursal bancaria más cercana se encuentra a más de un kilómetro. En muchos casos, acudir a estos puntos requiere transporte público o vehículo propio, una situación especialmente complicada para personas mayores o con movilidad reducida.
El informe del IEE y los datos de Nickel reflejan un contraste en las percepciones de los españoles. Mientras el 32% de los encuestados reclama un aumento en los puntos de acceso al efectivo, ocho de cada diez afirman haber notado un cierre generalizado de sucursales y cajeros automáticos en su zona.
“El uso del efectivo sigue siendo significativamente mayor en España en comparación con la tendencia europea hacia los pagos electrónicos, especialmente en zonas rurales y envejecidas”, señala el IEE. Esto subraya la necesidad de mantener soluciones híbridas que combinen la accesibilidad del efectivo con las ventajas de la digitalización.
Aunque el cierre de sucursales y cajeros responde a cambios en la forma de operar de los bancos, las soluciones como el ‘cash-in-shop’ y los Puntos Nickel abren nuevas vías para reducir la exclusión financiera. Según el informe del IEE, se necesitan más iniciativas adaptadas a las particularidades de las zonas rurales y de las personas mayores para garantizar la inclusión de todos los ciudadanos.
“La inclusión financiera no solo se trata de tecnología, sino de accesibilidad”, concluye Nickel en su informe. Iniciativas como las suyas buscan garantizar que nadie quede al margen, independientemente de dónde viva o de los cambios en el sector financiero.