En el apa­sio­nan­te mun­do del desa­rro­llo direc­ti­vo, la bús­que­da de estra­te­gias efec­ti­vas para mejo­rar el lide­raz­go y el desem­pe­ño es una cons­tan­te. Pero en oca­sio­nes, es fácil pasar por alto una herra­mien­ta de gran efi­ca­cia, los deno­mi­na­dos “Quick Wins”. Estas vic­to­rias rápi­das pue­den tener un impac­to sig­ni­fi­ca­ti­vo en un equi­po, depar­ta­men­to o área de una orga­ni­za­ción.

En la com­pe­ti­ción ecues­tre estos triun­fos de carác­ter inme­dia­to no solo ofre­cen una gran satis­fac­ción, sino que tam­bién se refle­jan en el ren­di­mien­to gene­ral del bino­mio jine­te-caba­llo. “Cuan­do un jine­te expe­ri­men­ta un éxi­to rápi­do se for­ta­le­ce su con­fian­za en sus habi­li­da­des e incre­men­ta la com­pe­ne­tra­ción con su caba­llo. Esta con­fian­za reno­va­da pue­de tra­du­cir­se en una mejor rea­li­za­ción en futu­ras prue­bas y en una acti­tud más posi­ti­va duran­te la com­pe­ti­ción”, mati­za Sofía Dole­gows­ki, Agi­le Coach – Scrum Mas­ter y ama­zo­na de com­pe­ti­ción.

Igual­men­te, en el ámbi­to empre­sa­rial, alcan­zar obje­ti­vos tem­pra­nos tie­ne el poder de gene­rar cre­di­bi­li­dad en los direc­ti­vos, ade­más de poten­ciar su mar­ca per­so­nal y aumen­tar su con­fian­za ante su orga­ni­za­ción, al haber toma­do una serie de deci­sio­nes con las que se han con­se­gui­do ópti­mos resul­ta­dos, al ges­tio­nar unos pri­me­ros movi­mien­tos muy acer­ta­dos.

“Una de las prin­ci­pa­les razo­nes por los que los “Quick Wins” son tan impor­tan­tes en la ges­tión del talen­to, es su capa­ci­dad para gene­rar com­pro­mi­so y moti­va­ción. Cuan­do los emplea­dos expe­ri­men­tan cam­bios posi­ti­vos se sien­ten valo­ra­dos al con­tri­buir aún más al éxi­to de la empre­sa”, indi­ca la Agi­le Coach.

Ocu­rre lo mis­mo con el equi­po de apo­yo de un jine­te de com­pe­ti­ción, don­de a menu­do hay lar­gas horas de entre­na­mien­to y pre­pa­ra­ción, y la capa­ci­dad de expe­ri­men­tar resul­ta­dos tan­gi­bles y posi­ti­vos de mane­ra rápi­da, pue­de reno­var el entu­sias­mo y la dedi­ca­ción hacia metas más ambi­cio­sas.

“Pero hay que tener en cuen­ta que los “Quick Wins” deben ser abor­da­dos con pre­cau­ción. No se tra­ta de vivir de las ganan­cias de estos pri­me­ros éxi­tos, sino de iden­ti­fi­car opor­tu­ni­da­des para rea­li­zar los ajus­tes efec­ti­vos y mejo­rar de for­ma con­ti­nua. Ade­más, es esen­cial man­te­ner un enfo­que equi­li­bra­do, com­bi­nan­do la bús­que­da de vic­to­rias rápi­das con una pre­pa­ra­ción a lar­go pla­zo y un com­pro­mi­so con la exce­len­cia tan­to en la com­pe­ti­ción ecues­tre, como en la empre­sa­rial”, con­clu­ye Sofía Dole­gows­ki.