El pano­ra­ma del con­su­mo de medios en Espa­ña está expe­ri­men­tan­do una trans­for­ma­ción radi­cal, espe­cial­men­te entre los jóve­nes de 18 a 24 años. La pre­fe­ren­cia por las pla­ta­for­mas de strea­ming fren­te a la tele­vi­sión lineal es cada vez más evi­den­te. Según datos reco­gi­dos por Sha­ring­ful, el 64% de los jóve­nes en esta fran­ja de edad pre­fie­ren pro­gra­mas en strea­ming, en com­pa­ra­ción con el 36% que toda­vía opta por la tele­vi­sión tra­di­cio­nal.

La inme­dia­tez y la posi­bi­li­dad de con­su­mir con­te­ni­do a la car­ta han mar­ca­do un cam­bio en los hábi­tos de con­su­mo de las gene­ra­cio­nes más jóve­nes. La tele­vi­sión lineal, con su pro­gra­ma­ción fija, no satis­fa­ce las expec­ta­ti­vas de un públi­co acos­tum­bra­do a la inter­ac­ti­vi­dad y la per­so­na­li­za­ción en un mun­do digi­tal. Gui­llem Ves­tit, CEO y Co-Foun­der de Sha­ring­ful, comen­tó: “Lo que obser­vo es una trans­for­ma­ción dura­de­ra en los patro­nes de con­su­mo. Los jóve­nes no están fami­lia­ri­za­dos con la idea de encen­der la tele­vi­sión y acep­tar pasi­va­men­te la pro­gra­ma­ción impues­ta”.

Las nue­vas pla­ta­for­mas de strea­ming en Espa­ña, como Net­flix, Pri­me Video, Dis­ney+ y HBO Max, están ofre­cien­do una exten­sa diver­si­dad de alter­na­ti­vas de entre­te­ni­mien­to. Esto ha lle­va­do a un nota­ble aumen­to en su uso por par­te de la Gene­ra­ción Z. Las razo­nes cla­ve para esta pre­fe­ren­cia inclu­yen la fle­xi­bi­li­dad y per­so­na­li­za­ción, la varie­dad de con­te­ni­do, la publi­ci­dad redu­ci­da o inexis­ten­te, la acce­si­bi­li­dad mul­ti­pla­ta­for­ma, la inter­ac­ti­vi­dad y la par­ti­ci­pa­ción social, así como opcio­nes de sus­crip­ción eco­nó­mi­cas.

En con­tras­te, la tele­vi­sión tra­di­cio­nal está vien­do una dis­mi­nu­ción sig­ni­fi­ca­ti­va en su audien­cia. Según Kan­tar Media, el con­su­mo de tele­vi­sión en 2022 en Espa­ña alcan­zó nive­les del año 1992, con un des­cen­so del 11% res­pec­to al 2021. Inclu­so even­tos masi­vos como el Mun­dial de Catar, que his­tó­ri­ca­men­te atraen gran­des audien­cias, no logra­ron rever­tir esta ten­den­cia. El pro­me­dio de con­su­mo en diciem­bre de 2022 fue de 200 minu­tos por per­so­na y día, la cifra más baja en la serie his­tó­ri­ca.

Pese a estos núme­ros, Ante­na 3 logró ser la tele­vi­sión más vis­ta todos los meses por pri­me­ra vez en su his­to­ria, con un lige­ro aumen­to del 0,1% en su audien­cia. Tele­cin­co, por otro lado, regis­tró una caí­da del 2,6%.

Ade­más del con­su­mo tra­di­cio­nal, los infor­mes tam­bién inclu­yen el con­su­mo dife­ri­do y el híbri­do. El con­su­mo dife­ri­do, que cre­ció de for­ma cons­tan­te des­de 2015, se man­tu­vo en sie­te minu­tos por per­so­na y día en 2022, el mis­mo tiem­po que en 2021. El con­su­mo híbri­do, que inclu­ye Inter­net, video­jue­gos y otros, cre­ció un 16,7%, pasan­do de 30 a 36 minu­tos por per­so­na y día. Esta moda­li­dad refle­ja la diver­si­fi­ca­ción de los hábi­tos de con­su­mo audio­vi­sual, ade­lan­tan­do un futu­ro don­de la tele­vi­sión y otros dis­po­si­ti­vos coexis­ten en un eco­sis­te­ma mul­ti­me­dia.

El aná­li­sis socio­de­mo­grá­fi­co mues­tra que el con­su­mo de tele­vi­sión des­cien­de en todas las fran­jas de meno­res de 44 años. Los niños de 4 a 12 años, jóve­nes de 13 a 23 años y adul­tos jóve­nes de 25 a 44 años redu­je­ron sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te su tiem­po fren­te al tele­vi­sor. Los meno­res de 44 años no supe­ran las 2 horas de visio­na­do dia­rio, con los jóve­nes regis­tran­do el nivel más bajo, ape­nas 1 hora y 10 minu­tos al día.

El uso de redes socia­les, espe­cial­men­te Tik­Tok y You­Tu­be, jun­to con la ofer­ta de con­te­ni­dos más atrac­ti­vos en pla­ta­for­mas de strea­ming, ale­jan a los jóve­nes de la tele­vi­sión tra­di­cio­nal. Esta ten­den­cia pare­ce con­so­li­dar­se a futu­ro, con un 65,2% de los hoga­res espa­ño­les sus­cri­tos a pla­ta­for­mas de strea­ming.

Para abor­dar el desa­fío de las múl­ti­ples sus­crip­cio­nes y los cos­tos aso­cia­dos, Sha­ring­ful se des­ta­ca como una opción con­ve­nien­te para com­par­tir gas­tos entre ami­gos, fami­lia­res o com­pa­ñe­ros de casa. Con 80,000 usua­rios en Espa­ña, la pla­ta­for­ma faci­li­ta la com­par­ti­ción de sus­crip­cio­nes digi­ta­les con una inter­faz intui­ti­va y herra­mien­tas de moni­to­ri­za­ción de uso. Esto per­mi­te una dis­tri­bu­ción equi­ta­ti­va de cos­tes, adap­tán­do­se a las pre­fe­ren­cias indi­vi­dua­les de los usua­rios y gene­ran­do un aho­rro pro­me­dio de 30 euros al mes y más de 350 euros al año.

La dis­mi­nu­ción de las audien­cias tele­vi­si­vas ha impac­ta­do tam­bién en la inver­sión publi­ci­ta­ria. Según InfoA­dex, la inver­sión en tele­vi­sión en el pri­mer semes­tre de 2022 bajó un 5% res­pec­to al mis­mo perio­do del año ante­rior, mien­tras que la inver­sión en digi­tal cre­ció un 7,3%. Esta ten­den­cia se repi­te a nivel glo­bal, con un aumen­to pro­yec­ta­do del 7,3% en la inver­sión digi­tal para 2023, según el infor­me “Glo­bal Ad Spend Fore­casts 2023” de den­tsu.

Ade­más, las gran­des pla­ta­for­mas de strea­ming están invir­tien­do cifras astro­nó­mi­cas en con­te­ni­dos pro­pios. Net­flix, por ejem­plo, des­ti­nó 14,000 millo­nes de dóla­res en 2021 y pla­nea­ba lle­gar a los 17,000 millo­nes en 2022 en pro­duc­ción de series, pelí­cu­las y otros pro­gra­mas.

El con­su­mo de medios en Espa­ña está en medio de una revo­lu­ción, impul­sa­da por las pre­fe­ren­cias de las gene­ra­cio­nes más jóve­nes. La tele­vi­sión tra­di­cio­nal está per­dien­do terreno fren­te a las pla­ta­for­mas de strea­ming, que ofre­cen una mayor fle­xi­bi­li­dad, per­so­na­li­za­ción y varie­dad de con­te­ni­dos. Ini­cia­ti­vas como Sha­ring­ful están faci­li­tan­do el acce­so a estos ser­vi­cios, refle­jan­do un cam­bio dura­de­ro en los hábi­tos de con­su­mo que se extien­de más allá de las fron­te­ras espa­ño­las. Este cam­bio no solo afec­ta a la mane­ra en que se con­su­men los medios, sino tam­bién a cómo se invier­te en publi­ci­dad y pro­duc­ción de con­te­ni­dos, mar­can­do el ini­cio de una nue­va era en el entre­te­ni­mien­to digi­tal.