Qué ha fun­cio­na­do, qué tie­ne aún reco­rri­do y qué está por des­pun­tar. A par­tir de estas pre­mi­sas, los exper­tos de la pla­ta­for­ma de email mar­ke­ting Acre­lia, iden­ti­fi­can cuá­les serán las prin­ci­pa­les ten­den­cias en la pla­ni­fi­ca­ción y desa­rro­llo de las cam­pa­ñas de correo elec­tró­ni­co que los res­pon­sa­bles de mar­ke­ting pon­drán en mar­cha en los pró­xi­mos meses.

“Algu­nas de estas ten­den­cias en email mar­ke­ting aca­ban con­ver­ti­das en bue­nas prác­ti­cas para 2024, aun­que otras pue­den ir varian­do con el tiem­po para adap­tar­se al com­por­ta­mien­to del usua­rio”, expli­ca la res­pon­sa­ble de desa­rro­llo de nego­cio de Acre­lia, Lidia Cas­ti­lle­jo.

Per­so­na­li­zar para dife­ren­tes gene­ra­cio­nes

Aun­que según el últi­mo infor­me de email mar­ke­ting de Acre­lia publi­ca­do hace unas sema­nas, toda­vía hay empre­sas que no hacen nada por per­so­na­li­zar los envíos, la ten­den­cia más cla­ra es explo­tar la base de datos para ofre­cer un con­te­ni­do adap­ta­do a quien lo está reci­bien­do. La per­so­na­li­za­ción es cada vez más impor­tan­te y por eso se basa en infor­ma­ción con­cre­ta, no solo en el nom­bre del des­ti­na­ta­rio de la cam­pa­ña.

“El email mar­ke­ting es la mejor for­ma de reci­bir comu­ni­ca­cio­nes per­so­na­li­za­das y para eso nos ceden sus datos los sus­crip­to­res, no para que les haga­mos spam con men­sa­jes que no les intere­san”, advier­te Cas­ti­lle­jo, que indi­ca tam­bién que entre las gene­ra­cio­nes más jóve­nes esta es una pre­mi­sa que tie­nen muy cla­ra. “No sien­ten remor­di­mien­tos si se dan de baja de una news­let­ter. Así que hay que ase­gu­rar­se de dar­les lo que quie­ren”. Por eso, apli­car la seg­men­ta­ción y per­so­na­li­za­ción, no solo por intere­ses, tam­bién por fran­ja de edad, es ya una bue­na prác­ti­ca que se está exten­dien­do.

Cen­trar­se en la expe­rien­cia de usua­rio

Las empre­sas han pues­to al usua­rio en su cen­tro y pro­por­cio­nar­le una bue­na expe­rien­cia es su prio­ri­dad, tam­bién por email. Esto abar­ca tác­ti­cas de dife­ren­tes nive­les: des­de garan­ti­zar la acce­si­bi­li­dad a incor­po­rar ele­men­tos de story­te­lling para con­tar una his­to­ria inmer­si­va. El email mar­ke­ting ya no es una foto, un tex­to y un botón para con­se­guir un clic rápi­do. Es vídeo, con­te­ni­do inter­ac­ti­vo, gami­fi­ca­ción y todo lo que haga que el usua­rio se sien­ta tan atraí­do por el men­sa­je que se envía y enton­ces sí quie­ra hacer clic.

“La ten­den­cia a enviar al clien­te exac­ta­men­te lo que quie­re es lo que nos per­mi­te pro­por­cio­nar­le una expe­rien­cia de usua­rio satis­fac­to­ria, por­que está adap­ta­da a lo que le gus­ta y pre­pa­ra­da para que pue­da dis­fru­tar­la. No se tra­ta de enviar más men­sa­jes, más bien al con­tra­rio: enviar mejo­res men­sa­jes”, expli­ca la res­pon­sa­ble de Acre­lia.

Reapro­ve­char mejor los recur­sos

Es una bue­na prác­ti­ca apos­tar por la cali­dad en el email mar­ke­ting, pero tam­bién hay que ser cons­cien­te de los recur­sos dis­po­ni­bles. Así, hay una ten­den­cia a reci­clar con­te­ni­dos entre cana­les y de dife­ren­tes for­ma­tos, para apro­ve­char­los mejor y ren­ta­bi­li­zar­los. Ade­más, el con­te­ni­do gene­ra­do por el usua­rio (UGC) tam­bién sigue toman­do pro­ta­go­nis­mo por­que se tra­du­ce en menos inver­sión y más enga­ge­ment. El resul­ta­do es bueno para la mar­ca y tam­bién para la comu­ni­dad que se gene­ra alre­de­dor del email mar­ke­ting.

La auto­ma­ti­za­ción, por ejem­plo, basa­da en fecha de regis­tro, tam­bién va en auge al per­mi­tir aho­rrar tiem­po para enviar men­sa­jes de ani­ver­sa­rio, reno­va­cio­nes o encues­tas de satis­fac­ción. Y lo mis­mo ocu­rre con el uso de la IA, que es cla­ra­men­te una ten­den­cia que sigue subien­do en todos los aspec­tos del mar­ke­ting por­que redu­ce las horas que se dedi­can a pre­pa­rar las cam­pa­ñas.

Ser trans­pa­ren­te para ganar con­fian­za

Ha que­da­do atrás la épo­ca en la que para sumar sus­crip­to­res a la lis­ta se usa­ban tác­ti­cas poco éti­cas. Aho­ra cada vez más usua­rios con­tro­lan lo que se hace con sus datos y saben que las empre­sas están obli­ga­das por ley a infor­mar del uso que se les dará. Un ejem­plo de ello es que 2024 pare­ce ser el año en que las coo­kies des­apa­re­ce­rán tal y como se han veni­do usan­do.

Comu­ni­car­se abier­ta­men­te con el usua­rio tam­bién es tener dis­po­ni­ble un canal para reci­bir men­sa­jes, lo que inclu­ye posi­bles crí­ti­cas, res­pon­der­los y actuar en con­se­cuen­cia. La trans­pa­ren­cia de las mar­cas lle­ga al email mar­ke­ting tam­bién para expli­car cómo fun­cio­nan por den­tro, las accio­nes que lle­van a cabo en su RSC y sus labo­res para ser sos­te­ni­bles, por ejem­plo, envian­do men­sa­jes más cor­tos y solo los rele­van­tes para redu­cir el impac­to en el medio ambien­te.

Medir lo que impor­ta al nego­cio

Las aper­tu­ras siguen per­dien­do peso y toda­vía se da más impor­tan­cia a las con­ver­sio­nes. Esto no sig­ni­fi­ca que no se midan, sino que se hacen como par­te de un estu­dio mayor para medir el retorno de la inver­sión (ROI). Así que no es sufi­cien­te con decir que un envío tie­ne un open rate del 40%, hay que bajar más al deta­lle para fijar­se en el 5% de la con­ver­sión.

“Ese es el núme­ro que impor­ta al nego­cio. Tam­bién es rele­van­te el Cus­to­mer Life­ti­me Value (CLV) o más con­cre­ta­men­te el Email Subs­cri­ber Life­ti­me Value por­que sir­ve para saber los ingre­sos que pro­por­cio­na un sus­crip­tor mien­tras se man­tie­ne acti­vo en la lis­ta. Este cálcu­lo es útil para seg­men­tar los men­sa­jes y ofre­cer con­te­ni­dos más per­so­na­li­za­dos. Rea­li­zar una medi­ción fre­cuen­te es cla­ve para opti­mi­zar envíos”, con­clu­ye Lidia Cas­ti­lle­jo.