La deman­da de pati­ne­tes eléc­tri­cos ha caí­do drás­ti­ca­men­te en Espa­ña, un 64 % en los últi­mos dos años, según un estu­dio de idealo.es. Mien­tras tan­to, las bici­cle­tas, espe­cial­men­te las de mon­ta­ña y eléc­tri­cas, se están con­vir­tien­do en una opción cada vez más acce­si­ble para los con­su­mi­do­res.

Los pati­ne­tes eléc­tri­cos, que han sido un sím­bo­lo de micro­mo­vi­li­dad urba­na en los últi­mos años, están expe­ri­men­tan­do una nota­ble dis­mi­nu­ción en su deman­da. Según un aná­li­sis recien­te rea­li­za­do por el com­pa­ra­dor de pre­cios idealo.es, la deman­da de estos vehícu­los ha des­cen­di­do un 64 % en los últi­mos dos años. Esta ten­den­cia refle­ja un cam­bio sig­ni­fi­ca­ti­vo en las pre­fe­ren­cias de movi­li­dad de los usua­rios, impul­sa­da en par­te por nue­vas nor­ma­ti­vas que limi­tan su uso en el trans­por­te públi­co. En par­ti­cu­lar, la Comu­ni­dad de Madrid y Ren­fe han imple­men­ta­do res­tric­cio­nes que prohí­ben el acce­so a sus redes de trans­por­te con pati­ne­tes eléc­tri­cos. Estas medi­das, dise­ña­das para mejo­rar la segu­ri­dad y la como­di­dad de los pasa­je­ros, han teni­do un impac­to con­si­de­ra­ble en la uti­li­za­ción de estos dis­po­si­ti­vos. Kike Agan­zo, res­pon­sa­ble de comu­ni­ca­ción de idealo.es, seña­la: “Los muni­ci­pios espa­ño­les con­ti­núan imple­men­tan­do Zonas de Bajas Emi­sio­nes, en las que no sólo se limi­ta la entra­da de los vehícu­los más con­ta­mi­nan­tes a las ciu­da­des, sino que, en muchos casos, tam­bién se amplía la infra­es­truc­tu­ra ciclis­ta. Esta situa­ción pone de mani­fies­to que el esce­na­rio de la movi­li­dad está en cons­tan­te cam­bio y, por ello, las com­pa­ñías deben iden­ti­fi­car las nue­vas nece­si­da­des de los con­su­mi­do­res. Esto impli­ca tan­to una mayor inno­va­ción tec­no­ló­gi­ca como la adap­ta­ción a la capa­ci­dad eco­nó­mi­ca de las fami­lias”.

A pesar de las res­tric­cio­nes, las empre­sas tec­no­ló­gi­cas no han cesa­do en su esfuer­zo por inno­var y mejo­rar los pati­ne­tes eléc­tri­cos. Esta con­ti­nua evo­lu­ción tec­no­ló­gi­ca se refle­ja en un incre­men­to del pre­cio de estos vehícu­los. Des­de 2022, el cos­te medio de un pati­ne­te eléc­tri­co ha aumen­ta­do un 33 %, situán­do­se en 523 euros en Espa­ña. Este pre­cio con­vier­te a Espa­ña en uno de los paí­ses más ase­qui­bles de Euro­pa para adqui­rir un pati­ne­te eléc­tri­co, sólo por detrás del Rei­no Uni­do, don­de el pre­cio medio es de 480 euros. En com­pa­ra­ción, en Ale­ma­nia el cos­te es de 656 euros, en Aus­tria de 610 euros, en Fran­cia de 601 euros, y en Ita­lia de 531 euros.

En con­tras­te con el aumen­to de pre­cios de los pati­ne­tes eléc­tri­cos, las bici­cle­tas están expe­ri­men­tan­do una ten­den­cia opues­ta. Las ciu­da­des están prio­ri­zan­do cada vez más los vehícu­los sos­te­ni­bles y las infra­es­truc­tu­ras para pea­to­nes y ciclis­tas. En este con­tex­to, el estu­dio de idealo.es reve­la que los pre­cios de las bici­cle­tas han dis­mi­nui­do en los últi­mos dos años. El cos­te medio de una bici­cle­ta de mon­ta­ña ha baja­do un 12,7 % res­pec­to a 2022, situán­do­se en 1.966,30 euros. Este pre­cio inclu­ye mode­los de alta gama y pro­fe­sio­na­les, aun­que tam­bién es posi­ble encon­trar bici­cle­tas de mon­ta­ña des­de los 250 euros. Las bici­cle­tas eléc­tri­cas, por su par­te, han expe­ri­men­ta­do una dis­mi­nu­ción del 9,2 % en su pre­cio medio, que aho­ra es de 3.197,92 euros.

El pano­ra­ma de la movi­li­dad urba­na está en cons­tan­te evo­lu­ción. Las res­tric­cio­nes impues­tas a los pati­ne­tes eléc­tri­cos y el des­cen­so en su deman­da refle­jan una adap­ta­ción tan­to de los con­su­mi­do­res como de las empre­sas a un entorno cam­bian­te. Las ciu­da­des espa­ño­las, al imple­men­tar Zonas de Bajas Emi­sio­nes y expan­dir la infra­es­truc­tu­ra ciclis­ta, están fomen­tan­do un mode­lo de trans­por­te más sos­te­ni­ble. Kike Agan­zo des­ta­ca la nece­si­dad de que las com­pa­ñías iden­ti­fi­quen las nue­vas nece­si­da­des de los con­su­mi­do­res y adap­ten su ofer­ta en con­se­cuen­cia: “Esta situa­ción pone de mani­fies­to que el esce­na­rio de la movi­li­dad está en cons­tan­te cam­bio y, por ello, las com­pa­ñías deben iden­ti­fi­car las nue­vas nece­si­da­des de los con­su­mi­do­res. Esto impli­ca tan­to una mayor inno­va­ción tec­no­ló­gi­ca como la adap­ta­ción a la capa­ci­dad eco­nó­mi­ca de las fami­lias”.

El des­cen­so en la deman­da de pati­ne­tes eléc­tri­cos y el aumen­to en su pre­cio medio con­tras­tan con la mayor acce­si­bi­li­dad y popu­la­ri­dad de las bici­cle­tas, tan­to con­ven­cio­na­les como eléc­tri­cas. Este cam­bio en las pre­fe­ren­cias de movi­li­dad sub­ra­ya la impor­tan­cia de que las empre­sas y las polí­ti­cas urba­nas se adap­ten rápi­da­men­te a las nece­si­da­des emer­gen­tes de los usua­rios, pro­mo­vien­do opcio­nes de trans­por­te más sos­te­ni­bles y acce­si­bles. Mien­tras tan­to, los con­su­mi­do­res se encuen­tran en un pun­to de infle­xión, eva­luan­do las opcio­nes de movi­li­dad dis­po­ni­bles y ajus­tán­do­se a nue­vas nor­ma­ti­vas que bus­can mejo­rar la sos­te­ni­bi­li­dad y la segu­ri­dad en las ciu­da­des. La trans­for­ma­ción del pai­sa­je urbano espa­ñol es un tes­ti­mo­nio de la capa­ci­dad de adap­ta­ción tan­to de los ciu­da­da­nos como de las empre­sas fren­te a los desa­fíos y opor­tu­ni­da­des de un mun­do en cons­tan­te cam­bio.