Expertos en ciberseguridad advierten sobre el crecimiento exponencial de las amenazas cibernéticas, que se vuelven cada vez más sofisticadas y costosas para las empresas. Según datos del sector, se estima que los costos globales vinculados a ciberataques superarán los 10.500 billones de dólares en 2025, lo que representa un aumento significativo desde los 3.000 billones de dólares registrados en 2015.
Victor Ronco, CEO de Zerod, el primer marketplace global de hackers éticos, destaca que “es probable que veamos que las amenazas a la seguridad se vuelven más sofisticadas y, por lo tanto, más costosas en un transcurso breve de tiempo”.
Según previsiones de Datos101, se espera un aumento del 30% en los ataques maliciosos en España durante 2024, alcanzando los 40.000 diarios. Ante este panorama, Ronco subraya que “la protección proactiva es la clave para evitar un ataque de ciberseguridad”.
Las siete principales amenazas a la ciberseguridad identificadas por Zerod para este año son:
- Exposición de terceros: Los ciberdelincuentes pueden acceder a redes menos protegidas pertenecientes a terceros que tienen acceso privilegiado a los sistemas objetivo. Un ejemplo destacado fue la filtración de datos personales de más de 214 millones de cuentas de Facebook, Instagram y LinkedIn en 2021, gracias a una violación de seguridad en un proveedor externo.
- Activos digitales olvidados: Las empresas suelen tener sistemas en la nube que desconocen o no monitorean activamente, lo que representa un riesgo significativo para la seguridad.
- Falta de evaluación de la lógica de negocio: Los ataques exitosos a menudo involucran múltiples activos digitales, destacando la importancia de evaluar la lógica de negocio en las estrategias de ciberseguridad.
- Ingeniería Social: Esta técnica sigue siendo una de las más peligrosas, ya que se basa en errores humanos en lugar de vulnerabilidades técnicas.
- Errores de configuración: Incluso los sistemas de seguridad profesionales pueden contener errores en la instalación y configuración del software.
- Mala higiene cibernética: Los hábitos y prácticas relacionadas con el uso de la tecnología pueden crear vulnerabilidades, como el manejo descuidado de contraseñas.
- Vulnerabilidades de la nube: A pesar de ser considerada como un entorno seguro, las vulnerabilidades en la nube han aumentado significativamente en los últimos años.
En un mundo digitalmente interconectado, la conciencia y la preparación son fundamentales para hacer frente a las amenazas cibernéticas en constante evolución. La protección proactiva y la colaboración entre empresas y expertos en ciberseguridad se vuelven indispensables para garantizar la seguridad de los datos y sistemas empresariales ante la creciente sofisticación de los ciberdelincuentes.