El pre­cio de la vivien­da en Espa­ña se ha dis­pa­ra­do un 12,2% en el pri­mer tri­mes­tre, la mayor subi­da en 18 años. Esto hace que, actual­men­te, uno de los pro­ble­mas a los que se enfren­tan los jóve­nes espa­ño­les es el acce­so a ella. Y los datos así lo refle­jan debi­do a que la edad media de eman­ci­pa­ción supera los 30 años y el pre­cio del alqui­ler en las gran­des ciu­da­des con­su­me más del 40% del sala­rio de un joven. A esto se aña­de que la com­pra de una vivien­da es, para muchos, una qui­me­ra. Des­de el sec­tor inmo­bi­lia­rio se obser­va con preo­cu­pa­ción una des­igual­dad gene­ra­cio­nal que hay que resol­ver.

Según Anto­nio Ortiz, Direc­tor Gene­ral de SAF­TI Espa­ña, “no esta­mos ante un fenó­meno inevi­ta­ble ni exclu­si­vo de nues­tro país. Con volun­tad polí­ti­ca, cola­bo­ra­ción públi­co-pri­va­da y deci­sio­nes valien­tes, es posi­ble rever­tir esta situa­ción. Des­de nues­tro pun­to de vis­ta, estas son algu­nas de las ideas o medi­das que podrían estu­diar­se a fon­do y apli­car­se”:

Fomen­tar la cons­truc­ción de vivien­da acce­si­ble con incen­ti­vos reales. Debe hacer­se con una ver­da­de­ra visión de futu­ro. No se tra­ta solo de limi­tar pre­cios o pro­me­ter pro­mo­cio­nes públi­cas a medio pla­zo. Se tra­ta de garan­ti­zar un stock per­ma­nen­te para gene­ra­cio­nes pre­sen­tes y futu­ras. Es impres­cin­di­ble faci­li­tar sue­lo fina­lis­ta dón­de sea posi­ble, agi­li­zar licen­cias y que se sub­ven­cio­ne, si es el caso, el cos­te de la pro­mo­ción, con una polí­ti­ca de sue­lo acti­va y cohe­ren­te. Qui­zás, una vigi­lan­cia sobre la fis­ca­li­dad a la trans­mi­sión de éstas, aten­dien­do siem­pre al poder adqui­si­ti­vo de las fami­lias y evi­tar la des­apa­ri­ción de la vivien­da acce­si­ble.

Crear una autén­ti­ca red de vivien­da públi­ca y pro­te­gi­da del alqui­ler. Espa­ña tie­ne una de las tasas más bajas de Euro­pa en cuan­to a par­que públi­co de vivien­da. Las polí­ti­cas deben orien­tar­se al ámbi­to públi­co, pero tam­bién incen­ti­var al pri­va­do. Hace fal­ta una inver­sión sos­te­ni­da a lar­go pla­zo y cola­bo­ra­ción con el sec­tor pri­va­do para cons­truir y ges­tio­nar vivien­da pro­te­gi­da en alqui­ler pero, tam­bién, con sos­te­ni­bi­li­dad eco­nó­mi­ca, con una polí­ti­ca de sue­lo acti­va y cohe­ren­te. Ser jus­tos a la hora de eva­luar las con­di­cio­nes que dan acce­so. Del mis­mo modo, un con­trol del mer­ca­do espe­cu­la­ti­vo por par­te de los fon­dos de inver­sión o empre­sas, sin ven­ta­jas fis­ca­les, que inten­si­fi­quen la espe­cu­la­ción. Es decir, medi­das para aco­tar la exce­si­va espe­cu­la­ción con un bien que es de pri­me­ra nece­si­dad. Se tra­ta de sumar todas las ini­cia­ti­vas entorno a este obje­ti­vo.

Refor­zar las ayu­das del alqui­ler con con­trol de impac­to. Ana­li­zar bien el impac­to de las ayu­das direc­tas, en muchos casos con­si­guen el efec­to con­tra­rio. Ade­más, debe­rían com­ple­men­tar­se con ava­les públi­cos que faci­li­ten a los jóve­nes pro­por­cio­nar garan­tías a sus arren­da­do­res. Tam­bién acce­der a una hipo­te­ca con garan­tías, que ayu­den a los jóve­nes arren­da­do­res a con­ver­tir­se en pro­pie­ta­rios.

Apos­tar por la reha­bi­li­ta­ción y el cam­bio de uso. La rege­ne­ra­ción de barrios y agi­li­zar el cam­bio de uso de inmue­bles, median­te incen­ti­vos o cola­bo­ra­ción con pro­pie­ta­rios, pue­de ampliar de for­ma sig­ni­fi­ca­ti­va el par­que dis­po­ni­ble. Esto requie­re coor­di­na­ción entre admi­nis­tra­cio­nes, finan­cia­ción ágil y visión urba­nís­ti­ca a lar­go pla­zo.

Edu­ca­ción finan­cie­ra y pla­ni­fi­ca­ción resi­den­cial. Por ejem­plo, que un com­pra­dor joven entien­da como influ­ye la evo­lu­ción de los tipos de inte­rés y de la infla­ción sobre su cuo­ta de hipo­te­ca, per­mi­te ana­li­zar mejor si se tie­ne capa­ci­dad para com­prar en ese momen­to. En cuan­to, a la pla­ni­fi­ca­ción resi­den­cial, el desa­rro­llar nue­vos PAU, qui­zás a mayor dis­tan­cia, pero con bue­nas comu­ni­ca­cio­nes, pue­de ayu­dar en la bús­que­da de esa pri­me­ra vivien­da bien como com­pra­dor, bien como arren­da­ta­rio.

“Des­de el sec­tor inmo­bi­lia­rio, esta­mos com­pro­me­ti­dos con las per­so­nas. Por eso, que­re­mos tra­ba­jar con trans­pa­ren­cia y res­pon­sa­bi­li­dad para que el acce­so a la vivien­da no sea un pri­vi­le­gio, sino un dere­cho para toda una gene­ra­ción”, indi­ca Anto­nio Ortiz.