Un nue­vo infor­me de Pac­klink reve­la una apa­ren­te con­tra­dic­ción en los hábi­tos de com­pra de la Gene­ra­ción Z, que, aun­que se decla­ra favo­ra­ble a la sos­te­ni­bi­li­dad, pre­fie­re envíos rápi­dos en lugar de opcio­nes más eco­ló­gi­cas. La ten­den­cia, que supo­ne un desa­fío para el sec­tor ecom­mer­ce, con­tras­ta con una mayo­ría de con­su­mi­do­res que está dis­pues­ta a espe­rar más tiem­po a cam­bio de redu­cir el impac­to ambien­tal.

La sos­te­ni­bi­li­dad se ha con­ver­ti­do en una prio­ri­dad para muchas peque­ñas y media­nas empre­sas en el ámbi­to glo­bal, con un 54% que la sitúan como uno de sus valo­res cen­tra­les. Sin embar­go, en Espa­ña esta cifra baja al 48%, según datos pro­por­cio­na­dos por Grant Thorn­ton. A pesar de estos esfuer­zos, un nue­vo infor­me de Pac­klink reve­la que exis­te una nota­ble para­do­ja en la acti­tud de los con­su­mi­do­res más jóve­nes: mien­tras la Gene­ra­ción Z res­pal­da ini­cia­ti­vas de sos­te­ni­bi­li­dad, su deman­da por envíos rápi­dos supera su inte­rés por opcio­nes más eco­ló­gi­cas en el ecom­mer­ce.

Este estu­dio, titu­la­do “Gol­den Quar­ter: Ten­den­cias de Con­su­mo 2024”, se ha lle­va­do a cabo entre 1,500 con­su­mi­do­res en Euro­pa para ana­li­zar el com­por­ta­mien­to y las prio­ri­da­des de las dis­tin­tas gene­ra­cio­nes en cuan­to a sus hábi­tos de com­pra onli­ne. En un con­tex­to don­de la sos­te­ni­bi­li­dad se pre­sen­ta cada vez más como una nece­si­dad inelu­di­ble para el comer­cio elec­tró­ni­co, las empre­sas enfren­tan el desa­fío de satis­fa­cer las expec­ta­ti­vas de inme­dia­tez de las nue­vas gene­ra­cio­nes sin com­pro­me­ter sus com­pro­mi­sos ambien­ta­les.

Con la cre­cien­te preo­cu­pa­ción glo­bal por el medio ambien­te, el infor­me de Pac­klink con­fir­ma que la sos­te­ni­bi­li­dad ya no es sim­ple­men­te un valor aña­di­do para los con­su­mi­do­res. Apro­xi­ma­da­men­te 8 de cada 10 espa­ño­les con­si­de­ran impor­tan­te que las empre­sas adop­ten prác­ti­cas sos­te­ni­bles, con la Gene­ra­ción Z lide­ran­do este inte­rés (82%), segui­da de cer­ca por la Gene­ra­ción X (81%) y los Millen­nials (74%). La imple­men­ta­ción de polí­ti­cas ESG y su impac­to en la per­cep­ción de mar­ca han lle­va­do a un cam­bio sig­ni­fi­ca­ti­vo en el enfo­que de muchas empre­sas. Según datos de Bloom­berg Inte­lli­gen­ce, más de la mitad de los inver­so­res glo­ba­les creen que estos cri­te­rios mejo­ran el ren­di­mien­to de sus inver­sio­nes.

No obs­tan­te, y a pesar de estas cifras alen­ta­do­ras, una mayo­ría de con­su­mi­do­res aún expre­sa resis­ten­cia cuan­do se tra­ta de sacri­fi­car como­di­dad por sos­te­ni­bi­li­dad. Es en este con­tex­to don­de sur­gen los resul­ta­dos del estu­dio de Pac­klink, que expo­ne la pre­fe­ren­cia de muchos con­su­mi­do­res por envíos más rápi­dos inclu­so si ello impli­ca mayo­res emi­sio­nes de car­bono y, por tan­to, un impac­to ambien­tal supe­rior.

A pesar de su repu­tación como la gene­ra­ción más con­cien­cia­da con el medio ambien­te, la Gene­ra­ción Z mues­tra un com­por­ta­mien­to de con­su­mo que plan­tea desa­fíos para las empre­sas com­pro­me­ti­das con la sos­te­ni­bi­li­dad. Según el estu­dio, solo el 66% de los jóve­nes de esta gene­ra­ción esta­ría dis­pues­to a espe­rar más tiem­po en sus entre­gas para redu­cir el impac­to ambien­tal, en con­tras­te con el 71.7% del total de los con­su­mi­do­res encues­ta­dos. Entre otras gene­ra­cio­nes, los Millen­nials y la Gene­ra­ción X lide­ran la pre­fe­ren­cia por opcio­nes de entre­ga sos­te­ni­bles, con el 70% y 73% res­pec­ti­va­men­te dis­pues­tos a reci­bir su pedi­do en tiem­pos más lar­gos si eso impli­ca menor hue­lla de car­bono.

“La sos­te­ni­bi­li­dad no es una alter­na­ti­va para el ecom­mer­ce, es una nece­si­dad inelu­di­ble”, afir­ma Noe­lia Láza­ro, direc­to­ra de mar­ke­ting de Pac­klink. “Este deba­te se extien­de al res­to de la socie­dad, que se encuen­tra en la bús­que­da de un equi­li­brio entre la con­cien­cia ambien­tal y la deman­da de inme­dia­tez en el con­su­mo”, aña­de Láza­ro. En sus pala­bras, el desa­fío radi­ca en que las empre­sas logren satis­fa­cer las expec­ta­ti­vas de rapi­dez de los con­su­mi­do­res sin per­der de vis­ta sus valo­res éti­cos y ambien­ta­les.

Des­de hace varios años, las empre­sas de ecom­mer­ce han comen­za­do a imple­men­tar prác­ti­cas sos­te­ni­bles en sus ope­ra­cio­nes. Según una encues­ta de Pac­klink de 2022, un 46% de las empre­sas espa­ño­las que ope­ran onli­ne han refor­mu­la­do el empa­que­ta­do de sus pro­duc­tos para redu­cir su hue­lla ambien­tal, por­cen­ta­je que supera a paí­ses como Fran­cia (45.4%) e Ita­lia (41%). En cuan­to a las opcio­nes de trans­por­te, el 70% de los comer­cios onli­ne espa­ño­les prio­ri­zan medios de trans­por­te con menor impac­to ambien­tal, por enci­ma de la media en Ita­lia (67.6%) y otros paí­ses euro­peos.

A pesar de estos avan­ces, el infor­me de Pac­klink sub­ra­ya que el comer­cio elec­tró­ni­co enfren­ta retos impor­tan­tes para satis­fa­cer las expec­ta­ti­vas de la Gene­ra­ción Z sin des­aten­der su com­pro­mi­so con la sos­te­ni­bi­li­dad. La dua­li­dad entre velo­ci­dad de entre­ga y prác­ti­cas eco­ló­gi­cas plan­tea una opor­tu­ni­dad para inno­var y explo­rar solu­cio­nes que abor­den ambos obje­ti­vos.

A medi­da que las preo­cu­pa­cio­nes ambien­ta­les aumen­tan, es pro­ba­ble que la pre­sión sobre las empre­sas crez­ca. La solu­ción para muchas podría resi­dir en pro­mo­ver una mayor edu­ca­ción sobre el impac­to de las entre­gas rápi­das y en aumen­tar la trans­pa­ren­cia de las empre­sas sobre su hue­lla de car­bono. Esto per­mi­ti­ría a los con­su­mi­do­res tomar deci­sio­nes más cons­cien­tes y, posi­ble­men­te, incli­nar la balan­za hacia opcio­nes de entre­ga sos­te­ni­bles.

Para Noe­lia Láza­ro, el reto para el ecom­mer­ce no es solo un cam­bio en sus ope­ra­cio­nes, sino en la per­cep­ción mis­ma de la sos­te­ni­bi­li­dad: “Esto plan­tea un desa­fío sig­ni­fi­ca­ti­vo para las empre­sas que bus­can satis­fa­cer las deman­das de los con­su­mi­do­res cada vez más exi­gen­tes al mis­mo tiem­po que enfren­tan la nece­si­dad de adhe­rir­se a sus valo­res éti­cos y com­pro­mi­sos ambien­ta­les”.

Así, el estu­dio de Pac­klink no solo expo­ne una apa­ren­te con­tra­dic­ción en la Gene­ra­ción Z, sino que tam­bién pone en relie­ve las expec­ta­ti­vas de toda una socie­dad en tran­si­ción hacia un mode­lo de con­su­mo más cons­cien­te. Para el sec­tor ecom­mer­ce, encon­trar el equi­li­brio entre inme­dia­tez y sos­te­ni­bi­li­dad podría ser uno de los mayo­res desa­fíos en los pró­xi­mos años, y el éxi­to depen­de­rá en gran medi­da de la capa­ci­dad de las empre­sas para adap­tar­se a una deman­da de con­su­mo dual, don­de la rapi­dez y el cui­da­do ambien­tal con­vi­ven en cons­tan­te ten­sión.