Un recien­te estu­dio de Pac­klink reve­la que el 31,7% de los usua­rios de comer­cio elec­tró­ni­co bus­ca reco­men­da­cio­nes de com­pra per­so­na­li­za­das que se anti­ci­pen a sus nece­si­da­des. La inves­ti­ga­ción des­ta­ca la impor­tan­cia de la per­so­na­li­za­ción en la expe­rien­cia del con­su­mi­dor y sub­ra­ya la preo­cu­pa­ción por la pri­va­ci­dad de los datos en el con­tex­to de estas nue­vas tec­no­lo­gías.

En un mun­do don­de el comer­cio elec­tró­ni­co sigue en auge, la nece­si­dad de una expe­rien­cia de com­pra per­so­na­li­za­da se vuel­ve cada vez más evi­den­te. Un estu­dio recien­te rea­li­za­do por Pac­klink, una des­ta­ca­da pla­ta­for­ma de solu­cio­nes logís­ti­cas, ha reve­la­do que el 31,7% de los usua­rios desea reco­men­da­cio­nes de com­pra per­so­na­li­za­das que se anti­ci­pen a sus nece­si­da­des. Esta ten­den­cia no solo refle­ja un cam­bio en las expec­ta­ti­vas de los con­su­mi­do­res, sino que tam­bién apun­ta hacia el futu­ro del ecom­mer­ce.

La inves­ti­ga­ción, que abar­có a 2000 con­su­mi­do­res euro­peos en cua­tro mer­ca­dos clave—Francia, Ale­ma­nia, Ita­lia y España—subraya que 1 de cada 4 espa­ño­les con­si­de­ra que su expe­rien­cia de com­pra mejo­ra­ría sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te con reco­men­da­cio­nes per­so­na­li­za­das. “Hacien­do que el pro­ce­so sea más sim­ple, se gene­ra una situa­ción bene­fi­cio­sa tan­to para el clien­te como para el ven­de­dor”, afir­ma Noe­lia Láza­ro, Direc­to­ra de Mar­ke­ting de Pac­klink. Este enfo­que de sim­pli­fi­ca­ción bus­ca faci­li­tar no solo la tran­sac­ción, sino tam­bién la rela­ción entre el con­su­mi­dor y el ven­de­dor.

Ade­más de las reco­men­da­cio­nes per­so­na­li­za­das, el estu­dio indi­ca que el 31,9% de los con­su­mi­do­res desea que los sitios de ecom­mer­ce imple­men­ten sis­te­mas de com­pra sim­pli­fi­ca­dos, don­de la infor­ma­ción de pago y envío esté guar­da­da. Esta opción no solo aho­rra­ría tiem­po a los com­pra­do­res, sino que tam­bién mini­mi­za­ría el esfuer­zo que impli­ca com­ple­tar una tran­sac­ción onli­ne.

La ten­den­cia hacia la auto­ma­ti­za­ción se hace evi­den­te en el com­por­ta­mien­to de aque­llos usua­rios que rea­li­zan com­pras perió­di­cas. Uno de cada cin­co con­su­mi­do­res está intere­sa­do en ser­vi­cios de sus­crip­ción auto­ma­ti­za­dos para estos pro­duc­tos. De este seg­men­to, el 35% com­pra fre­cuen­te­men­te los mis­mos pro­duc­tos en línea, mien­tras que el 52.6% lo hace oca­sio­nal­men­te. Esta incli­na­ción hacia la auto­ma­ti­za­ción resal­ta la nece­si­dad de solu­cio­nes que se adap­ten a las ruti­nas de com­pra de los con­su­mi­do­res, hacien­do que el pro­ce­so sea más flui­do y efi­cien­te.

Sin embar­go, la per­so­na­li­za­ción con­lle­va tam­bién preo­cu­pa­cio­nes sobre la pri­va­ci­dad. Según el estu­dio, casi un ter­cio (31,9%) de los encues­ta­dos apre­cian la como­di­dad de las reco­men­da­cio­nes per­so­na­li­za­das, pero desean tener un mayor con­trol sobre sus datos per­so­na­les. Ade­más, el 25,7% expre­sa inquie­tu­des res­pec­to al alma­ce­na­mien­to de su infor­ma­ción para gene­rar reco­men­da­cio­nes. Esta dua­li­dad refle­ja un desa­fío que las empre­sas de ecom­mer­ce deben abor­dar si desean ganar la con­fian­za de sus clien­tes.

Sobre este tema, Noe­lia Láza­ro tran­qui­li­za a los usua­rios al seña­lar que “el avan­ce de la tec­no­lo­gía en el sec­tor ecom­mer­ce apor­ta herra­mien­tas para mejo­rar la expe­rien­cia de com­pra, sin repre­sen­tar una ame­na­za para la pri­va­ci­dad de los usua­rios”. La imple­men­ta­ción de tec­no­lo­gías que opti­mi­cen la expe­rien­cia de com­pra es fun­da­men­tal, pero debe hacer­se con un com­pro­mi­so cla­ro hacia la pro­tec­ción de los datos del con­su­mi­dor.

La meto­do­lo­gía del estu­dio se basa en una encues­ta rea­li­za­da en junio de 2024, lo que per­mi­te a Pac­klink ofre­cer una visión actua­li­za­da de las ten­den­cias en el comer­cio elec­tró­ni­co. Los hallaz­gos no solo son rele­van­tes para los acto­res del sec­tor, sino que tam­bién ofre­cen valio­sas pau­tas para la mejo­ra con­ti­nua de la expe­rien­cia del clien­te.

El comer­cio elec­tró­ni­co está en un pun­to de infle­xión, don­de la per­so­na­li­za­ción y la pro­tec­ción de datos se con­vier­ten en fac­to­res cla­ve. Las empre­sas que logren equi­li­brar estas dos nece­si­da­des podrán des­ta­car­se en un mer­ca­do cada vez más com­pe­ti­ti­vo. La cla­ri­dad y la trans­pa­ren­cia en el uso de los datos, así como la capa­ci­dad de ofre­cer un ser­vi­cio al clien­te excep­cio­nal, serán esen­cia­les para atraer y rete­ner a los con­su­mi­do­res.

En con­clu­sión, el deseo de reco­men­da­cio­nes de com­pra per­so­na­li­za­das y la deman­da de un mayor con­trol sobre la pri­va­ci­dad de los datos sugie­ren que el futu­ro del comer­cio elec­tró­ni­co está en la inter­sec­ción de la tec­no­lo­gía y la éti­ca. Las empre­sas que se adap­ten a estas expec­ta­ti­vas esta­rán mejor posi­cio­na­das para pros­pe­rar en la nue­va era del ecom­mer­ce.