El recien­te apa­gón masi­vo que para­li­zó Espa­ña dejó al des­cu­bier­to la vul­ne­ra­bi­li­dad de muchas orga­ni­za­cio­nes fren­te a lo ines­pe­ra­do. Sabio Group, exper­to en trans­for­ma­ción digi­tal de la Expe­rien­cia de Clien­te, ana­li­za lo suce­di­do y pro­po­ne cla­ves para que las empre­sas pue­dan res­pon­der con agi­li­dad, huma­ni­dad y tec­no­lo­gía en momen­tos crí­ti­cos.

El recien­te apa­gón eléc­tri­co que sor­pren­dió a millo­nes de ciu­da­da­nos en Espa­ña no solo dejó a oscu­ras hoga­res, calles y edi­fi­cios: tam­bién des­co­nec­tó de gol­pe la rela­ción entre empre­sas y clien­tes, des­nu­dan­do las caren­cias en los sis­te­mas de aten­ción y comu­ni­ca­ción en tiem­pos de cri­sis. Lo que comen­zó como una jor­na­da ruti­na­ria, se trans­for­mó en cues­tión de segun­dos en una cri­sis nacio­nal que obli­gó a orga­ni­za­cio­nes de todos los sec­to­res a enfren­tar­se a un esce­na­rio impen­sa­do: la inte­rrup­ción total de sus cana­les digi­ta­les.

Para Sabio Group, com­pa­ñía espe­cia­li­za­da en ser­vi­cios de trans­for­ma­ción digi­tal en Expe­rien­cia de Clien­te, este apa­gón fue más que un inci­den­te eléc­tri­co: se con­vir­tió en un “labo­ra­to­rio en tiem­po real” que evi­den­ció has­ta qué pun­to las empre­sas están pre­pa­ra­das —o no— para ges­tio­nar lo ines­pe­ra­do. “La ver­da­de­ra CX no se mide sólo cuan­do todo fun­cio­na, sino cuan­do todo se detie­ne”, advier­te el equi­po de Sabio.

La vida coti­dia­na depen­de de una conec­ti­vi­dad que se da por sen­ta­da. Pero el apa­gón demos­tró cuán frá­gil pue­de ser esa depen­den­cia tec­no­ló­gi­ca. Según Sabio, el silen­cio digi­tal al que se enfren­ta­ron muchas empre­sas se tra­du­jo en webs caí­das, líneas tele­fó­ni­cas inu­ti­li­za­das, apli­ca­cio­nes inope­ra­ti­vas y una fal­ta de comu­ni­ca­ción que dete­rio­ró la con­fian­za de los clien­tes.

En sec­to­res cla­ve como la ban­ca, la salud o el trans­por­te, las inci­den­cias no solo afec­ta­ron a la satis­fac­ción del clien­te, sino que lle­ga­ron a com­pro­me­ter su segu­ri­dad. “La con­fian­za, una vez daña­da en momen­tos crí­ti­cos, es difí­cil de recu­pe­rar”, seña­la el comu­ni­ca­do.

¿Qué falló?

Des­de Sabio Group se iden­ti­fi­can varios pun­tos débi­les que agra­va­ron la situa­ción:

  • Cen­tros de con­tac­to colap­sa­dos: muchas líneas de aten­ción que­da­ron mudas por no con­tar con sis­te­mas de res­pal­do efi­ca­ces.
  • Cana­les digi­ta­les fue­ra de ser­vi­cio: sitios web, apli­ca­cio­nes y chats se apa­ga­ron de for­ma inme­dia­ta, eli­mi­nan­do los pun­tos de con­tac­to con los usua­rios.
  • Des­in­for­ma­ción total: la fal­ta de cana­les ofi­cia­les abier­tos pro­vo­có un vacío que fue rápi­da­men­te lle­na­do por rumo­res, ali­men­tan­do la incer­ti­dum­bre.
  • Pará­li­sis de ser­vi­cios esen­cia­les: los sec­to­res más sen­si­bles vie­ron inte­rrum­pi­das sus ope­ra­cio­nes crí­ti­cas, afec­tan­do la per­cep­ción públi­ca y la con­fian­za de los usua­rios.

Estos fac­to­res, según Sabio, evi­den­cian la nece­si­dad urgen­te de repen­sar la Expe­rien­cia de Clien­te des­de una lógi­ca de resi­lien­cia acti­va y no como un pro­ce­so está­ti­co depen­dien­te úni­ca­men­te de la tec­no­lo­gía.

Des­de su expe­rien­cia, Sabio Group pro­po­ne una serie de cla­ves para cons­truir una Expe­rien­cia de Clien­te que resis­ta inclu­so los esce­na­rios más extre­mos. La pri­me­ra es ase­gu­rar una base tec­no­ló­gi­ca sóli­da, a tra­vés de arqui­tec­tu­ras dis­tri­bui­das, infra­es­truc­tu­ras mul­ti­cloud y rutas redun­dan­tes, lo que per­mi­ti­ría man­te­ner ope­ra­ti­vos los cana­les esen­cia­les duran­te una cri­sis.

No obs­tan­te, advier­ten que la tec­no­lo­gía no es sufi­cien­te. Los pla­nes de con­tin­gen­cia deben estar defi­ni­dos, pro­ba­dos y actua­li­za­dos regu­lar­men­te median­te simu­la­cros. La agi­li­dad ope­ra­ti­va y la coor­di­na­ción entre equi­pos resul­tan esen­cia­les. “La pre­pa­ra­ción no pue­de ser teó­ri­ca: debe ejer­ci­tar­se como si fue­ra un múscu­lo”, apun­tan des­de Sabio.

Otro pun­to crí­ti­co es man­te­ner la comu­ni­ca­ción con el clien­te, inclu­so cuan­do los cana­les prin­ci­pa­les fallan. Para ello, se reco­mien­dan vías alter­na­ti­vas como SMS infor­ma­ti­vos, men­sa­jes auto­ma­ti­za­dos o el uso estra­té­gi­co de redes socia­les ges­tio­na­das por equi­pos espe­cia­li­za­dos en comu­ni­ca­ción de cri­sis.

A nivel humano, la for­ma­ción de los equi­pos en empa­tía y con­ten­ción emo­cio­nal pue­de mar­car la dife­ren­cia en momen­tos de incer­ti­dum­bre. “Demos­trar que la mar­ca está pre­sen­te no solo con tec­no­lo­gía, sino tam­bién con cer­ca­nía y apo­yo real”, sub­ra­ya Sabio.

Otro com­po­nen­te cla­ve es la prio­ri­za­ción de clien­tes median­te sis­te­mas de seg­men­ta­ción avan­za­dos, que per­mi­tan enfo­car recur­sos en aque­llos usua­rios más crí­ti­cos. Com­ple­men­ta­ria­men­te, Sabio reco­mien­da el uso de dash­boards de cri­sis que ofrez­can visi­bi­li­dad en tiem­po real, faci­li­tan­do la toma de deci­sio­nes rápi­das y basa­das en datos.

Tam­bién se pone el foco en la ges­tión inte­li­gen­te de datos resi­lien­tes, la gene­ra­ción de alian­zas sec­to­ria­les que per­mi­tan com­par­tir recur­sos y estra­te­gias, y en el dise­ño de una narra­ti­va post­cri­sis cla­ra, trans­pa­ren­te y orien­ta­da a recu­pe­rar la con­fian­za del clien­te.

Lejos de tra­tar­se de un inci­den­te ais­la­do, el apa­gón se con­vier­te, según Sabio, en una adver­ten­cia sobre los ries­gos de sub­es­ti­mar el poder de la pla­ni­fi­ca­ción ante lo impre­vi­si­ble. “Estar pre­pa­ra­dos para lo ines­pe­ra­do ya no es una opción, sino un com­pro­mi­so impres­cin­di­ble para quie­nes aspi­ran a ofre­cer una expe­rien­cia de clien­te bri­llan­te”, seña­la el comu­ni­ca­do.

La cri­sis, ade­más de sus evi­den­tes per­jui­cios, se pre­sen­ta como una opor­tu­ni­dad para repen­sar la rela­ción entre empre­sas y clien­tes. En pala­bras de Sabio Group: “El ver­da­de­ro valor de una mar­ca se mide en los momen­tos en que los clien­tes más la nece­si­tan y, pese a las adver­si­da­des, siguen sin­tién­do­se acom­pa­ña­dos”.

Con este enfo­que, Sabio invi­ta a las orga­ni­za­cio­nes a replan­tear sus estra­te­gias CX bajo un para­dig­ma don­de la resi­lien­cia, la anti­ci­pa­ción y la huma­ni­dad sean tan impor­tan­tes como la tec­no­lo­gía. Por­que en un mun­do en el que lo ines­pe­ra­do pue­de ocu­rrir en cual­quier momen­to, la expe­rien­cia del clien­te no solo debe ser efi­cien­te, sino tam­bién invul­ne­ra­ble a las cri­sis.