En el vertiginoso mundo de las redes sociales, una nueva tendencia está sacudiendo los cimientos de la influencia digital. Influencers virtuales de apariencia humana como Lil Miquela y Lu do Magalu, están redefiniendo el panorama de Instagram y desafiando las percepciones convencionales sobre la autenticidad y la influencia en línea.
Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Extremadura ha arrojado luz sobre este fenómeno emergente, analizando en profundidad qué son y cómo actúan los influencers virtuales en la plataforma de Instagram.
Según María Victoria Carrillo-Durán, María García García y Lydia Corzo Cortés, quienes lideraron esta investigación, los influencers digitales representan una evolución natural de sus predecesores, los influencers virtuales. Sin embargo, la distinción clave radica en su origen: mientras que los influencers digitales son personas reales que han adquirido influencia en las redes sociales, los influencers virtuales son personajes creados por ordenador, diseñados específicamente para cautivar a una audiencia digital.
La tecnología detrás de estos influencers virtuales es fascinante. Utilizando técnicas de modelado 3D, conocidas como Computer Generated Imagery (CGI), la inteligencia artificial y la realidad aumentada se combinan para dar vida a estos personajes digitales. Desde su apariencia hasta su personalidad y sus interacciones en línea, cada aspecto de un influencer virtual está cuidadosamente diseñado y controlado por su creador.
Pero, ¿cuál es el atractivo de estos influencers virtuales? Según los expertos, radica en su capacidad para generar un vínculo emocional con su audiencia. A través de publicaciones estratégicamente diseñadas, estos personajes digitales comparten aspectos de sus vidas, desde sus intereses y pasatiempos hasta sus opiniones sobre temas sociales y políticos. Cuanto más auténtico y variado sea su contenido, mayor será su capacidad para conectar con sus seguidores y ganarse su confianza.
El estudio de la Universidad de Extremadura también destaca el papel crucial que desempeñan los influencers virtuales en el ámbito del marketing. Estos personajes digitales se han convertido en prescriptores de productos y servicios, capaces de influir en las decisiones de compra de su audiencia. Su capacidad para generar engagement y suscitar interés en las marcas los hace extremadamente valiosos para las empresas que buscan llegar a nuevos públicos en las redes sociales.
Sin embargo, a pesar de su creciente popularidad, los influencers virtuales también enfrentan críticas y desafíos. Algunos cuestionan la autenticidad de estas figuras digitales, argumentando que carecen de la genuinidad y la humanidad de los influencers tradicionales. Además, existe un debate en torno a la transparencia en la publicidad, con preocupaciones sobre la divulgación adecuada de las colaboraciones pagadas entre los influencers virtuales y las marcas.
A pesar de estos desafíos, parece claro que los influencers virtuales están aquí para quedarse. Su capacidad para adaptarse a las tendencias cambiantes en las redes sociales y su influencia en el comportamiento del consumidor los convierten en actores clave en el paisaje digital actual. A medida que la tecnología continúa avanzando y la sociedad se adapta a la presencia de estos personajes digitales, es probable que su influencia siga creciendo en los próximos años.
En conclusión, el estudio realizado por la Universidad de Extremadura ofrece una visión fascinante de la evolución de la influencia digital en la era de las redes sociales. Desde su impacto en el marketing hasta su relación con la audiencia, los influencers virtuales están transformando la forma en que interactuamos y nos relacionamos en línea.
Estudio publicado en:
Revista de Comunicación