Un estudio de la consultora NuuBB revela que seis de cada diez empresas priorizarán la seguridad digital sobre la reducción de costes en 2025. La creciente sofisticación de las amenazas cibernéticas ha llevado a las organizaciones a reforzar sus estrategias de defensa, con tecnologías como la inteligencia artificial y el modelo de confianza cero en el centro de sus esfuerzos.
En un contexto donde las amenazas cibernéticas evolucionan a gran velocidad, la seguridad digital se ha convertido en una prioridad estratégica para las empresas. Un reciente estudio de la consultora NuuBB, especializada en ciberseguridad y servicios Cloud, revela que el 60% de las organizaciones centrará sus esfuerzos en reforzar su protección digital en 2025, mientras que solo el 40% considera la reducción de costes como su principal desafío.
Este cambio de enfoque responde a la creciente sofisticación de los ataques informáticos y la necesidad de garantizar la continuidad operativa en un entorno digital cada vez más complejo. NuuBB ha identificado siete tendencias clave que marcarán la evolución de la ciberseguridad en los próximos meses.
El uso de la Inteligencia Artificial en ciberseguridad está revolucionando tanto las estrategias de defensa como las tácticas de los atacantes. Según el informe de NuuBB, la IA permite analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real para detectar amenazas con mayor precisión. Sin embargo, los ciberdelincuentes también están aprovechando esta tecnología para desarrollar ataques más sofisticados y personalizados.
El ransomware sigue siendo una de las principales amenazas para las empresas. Su evolución hacia un modelo de “ransomware como servicio” (RaaS) ha facilitado el acceso a esta técnica incluso a atacantes sin conocimientos técnicos avanzados. “La implementación de estrategias avanzadas de detección y respuesta es más crítica que nunca”, advierte el estudio de NuuBB.
Los ataques a proveedores y terceros han demostrado ser una vía eficaz para comprometer sistemas críticos. Por ello, las empresas deben adoptar modelos de seguridad Zero Trust y realizar evaluaciones de seguridad continuas en sus ecosistemas. “No se puede asumir que ninguna entidad es confiable por defecto”, señala el informe.
El crecimiento del Internet de las Cosas ha ampliado considerablemente la superficie de ataque de las empresas. La falta de medidas de seguridad en dispositivos conectados puede generar brechas importantes. Para mitigar estos riesgos, NuuBB recomienda una segmentación efectiva de la red, configuraciones seguras y una supervisión constante de los dispositivos IoT.
La llegada de la computación cuántica representa un desafío para los sistemas de cifrado actuales. La consultora advierte que las empresas deben comenzar la transición hacia algoritmos resistentes a esta nueva tecnología para garantizar la seguridad y confidencialidad de los datos a largo plazo.
Cada vez más organizaciones están adoptando la arquitectura de confianza cero, un modelo de seguridad basado en la autenticación continua y el control estricto de accesos. Esta estrategia permite minimizar los riesgos al garantizar que ningún usuario o dispositivo tenga acceso sin una verificación constante.
Las nuevas normativas, como el Reglamento DORA, están estableciendo estándares más rigurosos en materia de ciberseguridad. “Las organizaciones deben fortalecer sus estrategias para cumplir con los nuevos estándares y evitar sanciones o brechas de seguridad”, señala el informe de NuuBB.
El estudio de NuuBB deja en claro que las empresas están asumiendo la ciberseguridad como un pilar estratégico. La adopción de tecnologías innovadoras y un enfoque proactivo serán claves para fortalecer la resiliencia digital y garantizar la continuidad operativa en el futuro inmediato.
En un mundo cada vez más interconectado y expuesto a ciberamenazas, la seguridad digital ya no es solo una opción, sino una necesidad imperante para la protección de los negocios.