Un nue­vo infor­me de Kyndryl mues­tra que, aun­que el 90% de los direc­ti­vos glo­ba­les con­si­de­ra que su infra­es­truc­tu­ra tec­no­ló­gi­ca es sobre­sa­lien­te, solo el 39% cree que está pre­pa­ra­da para enfren­tar los desa­fíos futu­ros. La moder­ni­za­ción y la inte­li­gen­cia arti­fi­cial son cla­ves para la com­pe­ti­ti­vi­dad, pero la segu­ri­dad, la deu­da tec­no­ló­gi­ca y la fal­ta de habi­li­da­des con­ti­núan sien­do obs­tácu­los impor­tan­tes.

Un estu­dio publi­ca­do por Kyndryl, líder mun­dial en ser­vi­cios tec­no­ló­gi­cos, reve­la una preo­cu­pan­te reali­dad en el ámbi­to empre­sa­rial: a pesar de que el 90% de los direc­ti­vos con­fía en la infra­es­truc­tu­ra tec­no­ló­gi­ca de sus com­pa­ñías, solo el 39% con­si­de­ra que está lis­ta para enfren­tar los retos del futu­ro. Este dato sube al 41% en Espa­ña, pero no deja de evi­den­ciar una gran para­do­ja en el mun­do empre­sa­rial actual, don­de la moder­ni­za­ción y la inno­va­ción son con­si­de­ra­das cla­ves para la super­vi­ven­cia y el éxi­to.

El infor­me, “Kyndryl Readi­ness Report 2024”, se basa en una encues­ta glo­bal rea­li­za­da a 3.200 res­pon­sa­bles de toma de deci­sio­nes senior en 18 mer­ca­dos, inclu­yen­do Espa­ña, Esta­dos Uni­dos, Rei­no Uni­do, Bra­sil, Chi­na y Ale­ma­nia. Ade­más de las encues­tas, el infor­me inte­gra datos extraí­dos de Kyndryl Brid­ge, la pla­ta­for­ma digi­tal empre­sa­rial impul­sa­da por inte­li­gen­cia arti­fi­cial de la pro­pia Kyndryl, que pro­por­cio­na una visión más amplia de los desa­fíos y opor­tu­ni­da­des que enfren­tan las orga­ni­za­cio­nes.

La trans­for­ma­ción digi­tal ha sido un tema cons­tan­te en las agen­das de los líde­res empre­sa­ria­les duran­te la últi­ma déca­da. Según el infor­me, el 94% de los direc­ti­vos afir­ma que la moder­ni­za­ción tec­no­ló­gi­ca es una prio­ri­dad cla­ve. Sin embar­go, este pro­ce­so de moder­ni­za­ción enfren­ta barre­ras impor­tan­tes. Uno de los pro­ble­mas más crí­ti­cos es que el 44% de la infra­es­truc­tu­ra tec­no­ló­gi­ca de misión crí­ti­ca en todo el mun­do está lle­gan­do al final de su vida útil, lo que supo­ne un ries­go sig­ni­fi­ca­ti­vo para la con­ti­nui­dad del nego­cio. En Espa­ña, la cifra de preo­cu­pa­ción por la obso­les­cen­cia tec­no­ló­gi­ca es aún mayor, alcan­zan­do el 66%.

“La pre­pa­ra­ción es un desa­fío con­ti­nuo y con­sis­te en capa­ci­tar a las per­so­nas, ali­near herra­mien­tas con la cul­tu­ra y abra­zar el com­ple­jo via­je de la trans­for­ma­ción digi­tal en toda la orga­ni­za­ción”, ase­gu­ra Mar­tin Schroe­ter, Pre­si­den­te y Con­se­je­ro Dele­ga­do (CEO) de Kyndryl. Esta decla­ra­ción sub­ra­ya la nece­si­dad de que las empre­sas no solo invier­tan en tec­no­lo­gía, sino tam­bién en la for­ma­ción de sus equi­pos y en la crea­ción de una cul­tu­ra empre­sa­rial ali­nea­da con los obje­ti­vos tec­no­ló­gi­cos.

Otro aspec­to cla­ve del infor­me es la adop­ción de IA. Mien­tras que el 76% de las empre­sas encues­ta­das está invir­tien­do en IA y apren­di­za­je auto­má­ti­co, solo el 42% ve un retorno de la inver­sión. Este bajo ren­di­mien­to tie­ne varias cau­sas: el 31% de los direc­ti­vos se preo­cu­pa por la pri­va­ci­dad de los datos, el 30% por la incer­ti­dum­bre sobre los bene­fi­cios tan­gi­bles y el 26% por el cum­pli­mien­to nor­ma­ti­vo. Estos obs­tácu­los están ralen­ti­zan­do el impac­to que la IA podría tener en el ámbi­to empre­sa­rial, espe­cial­men­te en sec­to­res don­de se espe­ra que la auto­ma­ti­za­ción impul­se mejo­ras sig­ni­fi­ca­ti­vas.

Por otro lado, la ciber­se­gu­ri­dad sigue sien­do una de las mayo­res preo­cu­pa­cio­nes para los líde­res empre­sa­ria­les. El infor­me indi­ca que el 65% de los direc­ti­vos están preo­cu­pa­dos por posi­bles ciber­ata­ques, pero solo el 30% se sien­te pre­pa­ra­do para ges­tio­nar­los de mane­ra efec­ti­va. Esta dis­pa­ri­dad es preo­cu­pan­te, ya que los ries­gos rela­cio­na­dos con la ciber­se­gu­ri­dad no solo afec­tan a los datos, sino tam­bién a la repu­tación de las empre­sas y su capa­ci­dad ope­ra­ti­va.

Uno de los mayo­res desa­fíos para las empre­sas moder­nas es la bre­cha de habi­li­da­des tec­no­ló­gi­cas. Más del 40% de los direc­ti­vos reco­no­cen que sus orga­ni­za­cio­nes care­cen de las com­pe­ten­cias nece­sa­rias para avan­zar en la moder­ni­za­ción tec­no­ló­gi­ca. Este défi­cit se refle­ja en la difi­cul­tad de las empre­sas para imple­men­tar nue­vas solu­cio­nes y tec­no­lo­gías con efi­ca­cia. En Espa­ña, el 80% de los líde­res empre­sa­ria­les cree que sus orga­ni­za­cio­nes están luchan­do para seguir el rit­mo de los avan­ces tec­no­ló­gi­cos, una cifra que se sitúa por enci­ma del pro­me­dio glo­bal del 62%.

A pesar de los desa­fíos, el infor­me sub­ra­ya que la moder­ni­za­ción tec­no­ló­gi­ca está pro­por­cio­nan­do bene­fi­cios tan­gi­bles a las empre­sas que están dis­pues­tas a rea­li­zar las inver­sio­nes nece­sa­rias. El 85% de los direc­ti­vos encues­ta­dos afir­ma que sus empre­sas han expe­ri­men­ta­do una mejo­ra en la efi­cien­cia ope­ra­ti­va, el 71% ha obser­va­do un aumen­to en la inno­va­ción y el 60% ha mejo­ra­do la expe­rien­cia tan­to de emplea­dos como de clien­tes.

No obs­tan­te, aún que­da mucho por hacer en tér­mi­nos de segu­ri­dad y sos­te­ni­bi­li­dad. Solo el 34% de los eje­cu­ti­vos afir­ma haber vis­to mejo­ras sig­ni­fi­ca­ti­vas en la segu­ri­dad de los datos y el cum­pli­mien­to nor­ma­ti­vo, y solo el 27% ha obser­va­do un impac­to posi­ti­vo en tér­mi­nos de sos­te­ni­bi­li­dad, como la reduc­ción del con­su­mo de ener­gía o las emi­sio­nes.

El infor­me tam­bién des­ta­ca el papel cru­cial de la auto­ma­ti­za­ción en la reduc­ción de cos­tos y el aumen­to de la efi­cien­cia. Según datos de Kyndryl Brid­ge, actual­men­te el 8% de los pro­ble­mas de TI pue­den resol­ver­se auto­má­ti­ca­men­te sin inter­ven­ción huma­na. Sin embar­go, el poten­cial de esta tec­no­lo­gía es mucho mayor: Kyndryl esti­ma que has­ta un 30% de los pro­ble­mas de TI podrían resol­ver­se median­te la auto­ma­ti­za­ción, lo que aho­rra­ría miles de millo­nes de dóla­res a las empre­sas en man­te­ni­mien­to y evi­ta­ría tiem­pos de inac­ti­vi­dad.

El Kyndryl Readi­ness Report 2024 con­clu­ye con una hoja de ruta para que las empre­sas estén mejor pre­pa­ra­das para el futu­ro. Entre las reco­men­da­cio­nes, des­ta­ca la nece­si­dad de inver­tir tan­to en la infra­es­truc­tu­ra tec­no­ló­gi­ca como en el desa­rro­llo del talen­to. Ade­más, las empre­sas deben equi­li­brar las inver­sio­nes a cor­to pla­zo con las de lar­go pla­zo, prio­ri­zan­do la for­ma­ción en áreas cla­ve como la IA y la ciber­se­gu­ri­dad.

El infor­me ofre­ce una visión cla­ra: aun­que las empre­sas con­fían en su tec­no­lo­gía, la pre­pa­ra­ción para los ries­gos futu­ros es aún un reto con­si­de­ra­ble que requie­re una estra­te­gia inte­gral.