El mercado logístico español se enfrenta a un cuello de botella estructural: la falta de suelo disponible, los complejos trámites urbanísticos y la escasez de suministro eléctrico en zonas clave podrían retrasar el desarrollo de nuevas plataformas hasta una década. Así lo revela el último informe de Prologis Research, que advierte de un desequilibrio de más de 150.000 millones de euros entre la oferta y la demanda de instalaciones logísticas en Europa.
El desarrollo del sector logístico en España se encuentra condicionado por la lentitud de los procesos urbanísticos y la creciente escasez de suelo industrial en las principales áreas metropolitanas. Según el informe “Persistent Supply Constraints Position Europe for Value Growth”, elaborado por Prologis Research, los trámites de recalificación y aprobación de nuevos desarrollos pueden extenderse hasta diez años, lo que representa una de las principales barreras para responder a la demanda creciente del mercado.
El documento identifica que, incluso en terrenos ya calificados como industriales, los plazos administrativos pueden retrasar durante varios años el inicio efectivo de las obras. Esta situación se observa especialmente en la Comunidad de Madrid, donde las dificultades para disponer de suelo operativo y la falta de capacidad eléctrica disponible están ralentizando la creación de nuevas plataformas logísticas.
Las ciudades de Madrid, Barcelona y Valencia, que concentran la mayor demanda de superficie logística en España, sufren una oferta cada vez más limitada. La escasez de suelo, unida al encarecimiento del mismo, está elevando los costes de reemplazo y presionando al alza los valores de renta en los activos de última generación. No obstante, esta restricción también está incrementando el atractivo de los espacios modernos, sostenibles y bien ubicados, tanto para clientes como para inversores.
En palabras de Cristian Oller, Head of Asset Management del Sur de Europa de Prologis, “la industria logística se ha consolidado en numerosas ocasiones como motor económico para cualquier región, un sector esencial que debe seguir evolucionando. La escasez de suelo y la complejidad en los procesos de desarrollo nos obligan a trabajar de manera más colaborativa con la Administración para agilizar los proyectos. Desde Prologis, ofrecemos nuestra experiencia para garantizar que la demanda real del mercado se traduzca en instalaciones modernas, sostenibles y con alto valor añadido para clientes e inversores”.
El diagnóstico español forma parte de una problemática más amplia que afecta a toda Europa. Según el estudio, el mercado logístico europeo, valorado en alrededor de 500.000 millones de euros, afronta una brecha estructural de más de 150.000 millones entre la oferta existente y la demanda efectiva de espacios. Esta diferencia se atribuye a la combinación de factores regulatorios, limitaciones infraestructurales y exigencias medioambientales, que varían según cada país y región.
El informe subraya que la fragmentación administrativa y la heterogeneidad de normativas urbanísticas en Europa agravan el problema, dificultando la planificación coordinada de nuevos desarrollos. Al mismo tiempo, la demanda de espacios logísticos continúa creciendo, impulsada por el auge del comercio electrónico, las estrategias empresariales de resiliencia de las cadenas de suministro y el incremento de la población en las grandes ciudades.
Prologis destaca que la falta de superficie disponible es particularmente crítica en las zonas cercanas a los principales núcleos urbanos. Estos entornos concentran la mayor parte de la actividad logística de última milla y son los que registran un mayor crecimiento de rentas. “Aunque su desarrollo es más complejo, esta limitación de oferta está impulsando la creación de valor en las áreas prime, reforzando el atractivo de España y de Europa como mercados logísticos estratégicos”, concluye el informe.
El estudio incorpora el índice Modern Logistics Concentration (MLC), que mide la cantidad de espacio logístico disponible en relación con el número de hogares. En este indicador, Europa alcanza un valor medio de 30, frente a 75 en Estados Unidos. Aunque el informe aclara que no se trata de una comparación directa —debido a la mayor densidad urbana y la eficiencia de las redes europeas—, la diferencia refleja una carencia estructural de espacio en el continente. Incluso fijando un objetivo de 50 puntos MLC, el déficit seguiría siendo considerable y requeriría una inversión estimada de más de 150.000 millones de euros.
A este ritmo de construcción, cerrar la brecha logística europea podría llevar al menos ocho años, según las estimaciones de Prologis Research. Mientras tanto, las tensiones entre la demanda de espacios modernos y la rigidez del marco regulatorio seguirán presionando al alza los valores de los activos, en especial en mercados consolidados como el español.
El estudio también apunta que los retos no son únicamente administrativos. En España, la disponibilidad eléctrica se ha convertido en un nuevo cuello de botella para el desarrollo logístico, sobre todo en la zona centro, donde la infraestructura energética no siempre está preparada para abastecer grandes plataformas. Este obstáculo, combinado con la complejidad de los procesos de recalificación, está obligando a las empresas del sector a buscar soluciones más creativas y sostenibles.